martes, 22 de septiembre de 2009

Perez Urbina Araceli

CIRCULACIÓN MAYOR Y CIRCULACIÓN MENOR
En la circulación pulmonar o circulación menor la sangre va del corazón a los pulmones, donde se carga de oxígeno y descarga el dióxido de carbono, regresando al corazón -cargada de oxígeno- a través de la vena pulmonar. En la circulación general o mayor, la sangre cargada de oxígeno sale por la arteria aorta y da la vuelta a todo el cuerpo antes de retornar al corazón a través de la vena cava . hay un tabique interventricular y otro interatrial o interauricular que separan el corazón en dos mitades: izquierda y derecha. Gracias a estos tabiques, dentro del corazón no se mezcla la sangre pobre en oxigeno con la sangre rica en oxigeno.

OSIFICACIÓN
El proceso mediante el cual se forma el hueso se denomina osificación. En el embrión, existe un precursor del esqueleto formado por tejido cartilaginoso hialino y mesénquina embrionario que ya tiene una forma característica a partir de las seis semanas . La formación de hueso sigue dos procesos diferentes:
Osificación intermembranosa:
La osificación intramembranosa es la que produce preferentemente huesos
planos y, como su nombre indica tiene lugar dentro de una membrana de tejido conjuntivo. En este proceso, algunas de las células mesenquimatosas que forman las membranas de tejido conjuntivo son transformadas en osteoblastos constituyendo un centro de osificación alrededor del cual se va formando hueso. Se pueden distinguir los siguientes pasos:
•Las células mesenquimatosas se agrupan en racimos en el centro de osificación y se transforman primero en células osteoprogenitoras y luego en osteoblastos
•Los osteoblastos segregan matriz ósea y fibrillas de colágeno hasta que quedan rodeados por completo
•Cuando están rodeados por completo por matriz ósea, los osteoblastos se transforman en osteocitos formando lagunas y canalículos entre ellos. Las fibras de colágeno quedan atrapadas en la sustancia fundamental
•El depósito de calcio y de sales minerales endurece la matriz ósea al cabo de unos días
Mientras se produce la calcificación de la matriz ósea aparecen las trabéculas o espículas óseas que se unen en una estructura en forma de malla dando lugar al hueso esponjoso. La lámina central de hueso esponjoso se recubre por cada uno de sus lados por placas de tejido óseo compacto. Una vez formado, el hueso plano crece de tamaño mediante la adición de más hueso por sus bordes
Osificación osteocondral
Casi todos los huesos del cuerpo se forman a partir de estructuras cartilaginosas en las que la osificación se extiende desde el centro hasta los márgenes, un proceso denominado crecimiento aposicional. Al mismo tiempo la división celular de los condrocitos seguida de la secreción de sustancias que forman la matriz resulta en un crecimiento intersticial. A partir de la 5 o 6 semanas de la destación el modelo cartilaginoso del hueso largo está completamente formado. El modelo cartilaginoso desarrolla un periostio y, en el centro se desarrolla un collar, en el que los osteoblastos (que se han diferenciado a partir de condrocitos) depositan hueso. Poco después de la aparición del collar óseo, el cartílago comienza a calcificarse formandose un centro de osificación primario al penetrar un vaso en el centro de la diáfisis. Simultáneamente a la osificación endocondral que avanza desde la diáfisis hacia las epífisis de forma la cavidad medular, creciendo el hueso en longitud
La diáfisis que una vez fué una masa sólida de cartílago hialino es sustituída por hueso compacto en el centro del cual la cavidad medular se llena de médula ósea roja. Cuando los vasos penetran en las epífisis, de forma un centro de osificación secundario, a partir del cual el proceso de osificación es similar al producido en el centro primario. Estos centros de osificación secundarios suelen aparecer en el momento del nacimiento, con la diferencia de que se forma hueso esponjoso y no se desarrolla una cavidad medular. En los extremos de las epífisis queda una porción remanente de cartílago constituyendo el cartílago articular y entre las epífisis y la diáfisis se mantiene la placa epifisaria, también cartilaginosa a partir de la cual el hueso irá creciendo durante el desarrollo del niño hasta desaparecer en la edad adulta
La placa epifisaria constituye pues el lugar a partir del cual el hueso puede crecer en longitud durante la infancia y adolescencia. En ella se distinguen varios tipos de estructuras o zonas que se extienden sin solución de continuidad:
• Zona de cartílago en reposo: cerca de la epífisis, consiste en condrocitos dispersos que no proliferan y que sirven de punto de anclaje, uniendo las epífisis a la diáfisis
• Zona de cartílago en proliferación: es una lámina formada por condrocitos, algo mayores que los anteriores, que se encuentran apilados y experimentando una mitosis activa. Como consecuencia de esta, la capa se espesa y toda la placa crece longitudinalmente
• Zona de cartílago hipertrófico o maduro: consiste en condrocitos más grandes todavía dispuestos de forma columnar. La división celular es, igualmente, la responsable del crecimiento de la placa, si bien en este área, algunos de los condrocitos experimentan cambios degenerativos asociados con depósitos de calcio.
• Zona de cartílago calcificado: consiste en un área de tan sólo algunas células de espesor en la que las células han muerto o están próximas a morir como consecuencia de que la matriz alrededor de ellas se ha calcificado. A medida que la calcificación progresa, este área se vuelve frágil siendo invadido por osteoblastos y capilares, quedando una capa calcificada sólida entre la placa epifisaria y la diáfisis.

NEUROPILO
es la porción del tejido nervioso que contiene una trama de procesos entremezclados e interconectados de células neuronales y gliales. Es en el neuropilo donde ocurren la mayoría de las interacciones sinápticas.
El neuropilo incluye las prolongaciones de las neuronas (axones y dendritas), las prolongaciones de las células gliales (prolongaciones de los astrocitos, oligodendrocitos y microglía) y los vasos sanguíneos. En otras palabras el neuropilo es todo el tejido nervioso de la sustancia gris que no incluye a los somas neuronales.

FORMAS DE CALCIFICACIÓN PATOLÓGICA
Calcificación patológica es la que ocurre fuera del esqueleto y dientes (calcificación heterotópica) y la que en forma anormal afecta al tejido esquelético, como son la osteoporosis u osteopenia, correspondiente a una atrofia del tejido óseo por balance negativo; la osteoesclerosis, que es lo contrario de la osteoporosis, es decir un balance positivo de la síntesis del tejido óseo: enfermedad marmórea o de Albers-Schönberg; el raquitismo y la osteomalacia, que es una falta de mineralización del hueso. El raquitismo, falta de calcificación endocondral, es debido a un déficit de vitamina D, responsable de la atracción del ion calcio. Otras son alteraciones secundarias del tejido óseo por hiperparatiroidismo con aumento de la reabsorción ósea (resorción osteoclástica), presencia de metástasis osteoclásticas de cánceres de la próstata, mama, bronquio, riñón, tiroides, etcétera.
Clásicamente se ha distinguido en las calcificaciones heterotópicas: La calcificación distrófica y la metastásica.
a) La calcificación distrófica es la que ocurre en células y tejidos previamente alterados, sobre sustancias anormales o productos patológicos, cuerpos extraños. En estos casos no necesariamente existen niveles de calcio y fosfato elevados en sangre. Está relacionada con el producto de degradación celular que sirve como núcleo de calcificación por un mecanismo no dependiente de energía y que puede tomarse como una variante del que se efectúa en las vesículas de la matriz. Aquí la calcificación se inicia con frecuencia en forma de aposición sobre superficies de membranas ricas en fofatidilserina y responsables de la formación de complejos de fosfatidilserina-ion calcio, este último extracelular. La presencia de sustancias que captan ion calcio como los fosfolípidos ácidos, constituyentes de las membranas, juega en este proceso un papel primordial. Los restos de células necróticas sufren de esta manera una calcificación secundaria o distrófica; a veces puede tratarse de restos de bacterias, como sucede en la placa dental o dentro de los lisosomas en la malacoplaquia.
Las concreciones son calcificaciones producidas sobre sustancias anormales en glándulas, conductos u órganos huecos y se pueden observar macroscópicamente como arenilla (próstata, mama); reciben el nombre de cálculos o piedras cuando son muy duros y de mayor tamaño. En cambio, cuando son pequeños aproximadamente 20 mm, se llaman calcosferitos. Son frecuentes los cálculos de la vía biliar, urinaria, parótida y páncreas.
b) La calcificación metastásica es la que se produce en relación con hipercalcemia, es decir, por un transporte elevado de calcio de un lugar del organismo, en este caso desde el hueso, a otro lugar donde se deposita en forma de una metástasis cálcica, razón a la que debe su nombre. La movilización del calcio en hipercalcemias (carbonatos y fosfatos) se produce en el hiperparatiroidismo primario y secundario, hipervitaminosis D, metástasis osteclásticas, inmovilización ósea, etcétera. La calcificación metastásica se realiza predominantemente en aquellos lugares de excreción de ácidos (estómago: ácido clorhídrico, riñón: ácido úrico, pulmón: anhídrido carbónico) donde precipita el calcio por alcalinización de pH. Aparentemente, la calcificación metastásica se realiza por un mecanismo dependiente de energía.

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